Sportivo Italiano
El ojo de la tormenta
El pronóstico no es alentador, los presagios marcan que la ruptura podría ser inmediata y el ciclo Bongiovanni corre peligro. Igual, sumó dos refuerzos de peso y ansía la recuperación.
Si algunos pensaron que tres partidos no bastaban para que la tierra se sacuda están realmente equivocados. El punto sumado como local ante Colegiales es el único que reluce de los nueve que disputó. Derrota en el debut en Lomas de Zamora ante Los Andes y la caída contra Estudiantes de Buenos Aires provocaron un cimbronazo que todavía hace mover los ventanales. Pero a este deslucidos presente futbolístico, como si fuese poco luego del doloroso descenso de categoría, rumores de alto calibre hacen que las turbulencias repercutan de lleno sobre Horacio Bongiovanni. Inestabilidad total en un ciclo que comenzó con el pie izquierdo.
El paso de los días apenas bajo los decibeles pero los rostros de preocupación invadieron al plantel. Ni el apoyo de parte de la cúpula dirigencial renovó el aire. Sin embargo, las llegadas de Livio Prieto y Esteban Herrera arrimó una leve brisa reparadora. El mediocampista ofensivo ex Independiente de Avellaneda junto al delantero surgido de la cantera de Boca Juniors arreglaron la faz numérica y se sumaron al plantel, previas revisiones médicas. No serán de la partida ante Nueva Chicago aunque el director técnico pateó el tablero y puso sentencia firme a los retoques propuestos en la práctica formal. Arrancó por la defensa insertando a Cristian Leiva en reemplazo de Ezequiel Molina. Luego, parado al lado del círculo central acentuó el ingreso de Andrés San Martín y Carlos Ibáñez por Juan Heredia y Emiliano Ronconi. Y adelante, enérgico. Juan Manuel López irá en lugar de Diego Leclerq. En consecuencia, plasmadas las cuatro modificaciones, los once serían: Claudio Flores; Ariel Martínez, Maximiliano Blanco, Hernán Darío González, Cristian Leiva; Sebastián Gómez, Andrés San Martín, Manuel Rodas, Carlos Ibáñez; y en la ofensiva, Juan Manuel López y Mario Saccone.
Publicado por Dante Ariel Dufau
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