Un final anunciado
Los resultados negativos empujaron a Roque Cabezas hacia el borde del precipicio y cerró el ciclo. Y Diego Orbelli, en forma interina, tomó el mando.
La competencia comenzó a sentirse ya en el segundo partido del año. Algo más de 180’ cargados sobre la espalda fueron suficientes. Cayó de madura empujada por la dirigencia aunque la determinación no terminó de vislumbrar ese halo de sorpresa. No hubo tiempo para nada más cortando el delgado hilo de la etapa de Roque Cabezas. Derrotas y momentos grises que apagaron el ciclo, pese a la referencias marcadas.
El 0-6 ante Argentino de Rosario había abierto la herida. Todavía visible en la rasgada piel. Y el 0-3 frente a Ituzaingó quebró el ambiente. Circunstancias de una realidad cruda que azotó. Rápido, sin tiempo para largos pensamientos, eligieron a Diego Orbelli, técnico de las divisiones inferiores, que agarró el cargo. En principio, sería un interinato sin plazo alguno pero los nombres resuenan en los pasillos.
Publicado por Hernán Gabriel Dufau
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