Hogar dulce hogar
Alejada de nombres pesados, la dirigencia cerró la llegada de Diego Risoli, que arregló el contrato y es el primer refuerzo. Gastón Ada y Julián Bogao a un paso.
Había roto el mercado antes de arrancar la temporada. Golpeó fuerte e hizo latir el tablero. Pasó el primer semestre. Pálido para la expectativa creada. Hubo análisis concretos y el replanteo enérgico que la cúpula dirigencial terminó asentando. Escenas grisáceas que no lograron saciar el ávido apetito de gloria. Más allá que la ilusión vive encendida, la distancia a acortar es demasiado grande.
El alrededor ríspido generó que las miradas queden posadas sobre otro sitio diferente. Lejos de las luminarias y el ruido incesante de estas épocas. Sin embargo, rompió la quietud y anotó un nombre en la lista de incorporaciones. Diego Risoli acordó la faz vincular y se convirtió en la nueva cara del plantel. El mediocampista resolvió la negociación hace horas y arribo tras el paso en una liga regional de Italia. No sería, en principio, el único player a presentar. Gastón Ada y Julián Bogao son los apuntados y podrían estrechar cada gestión. Todavía en silencio, a días del match ante Los Andes, abrió las puertas de su casa.
Publicado por Hernán Gabriel Dufau
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