TORNEO FEDERAL B
Atlético Policial -Catamarca-
“Pierdan o no ven a sus familias”
Rafael Sosa contó la odisea vivida en Lules previo al match contra Brown. “Unos 30 barras nos recibieron a trompadas y nos mostraron sus armas”, le aseguró a Locos x el Ascenso.
Duro, tajante y sin vacilar, Rafael Sosa (foto) pintó de cuerpo entero la agreste escenografía del brutal apriete sufrido previo al 0-4 con Almirante Brown en Lules. Un grupo de al menos 30 barras se les cruzó en el pasillo contiguo al vestuario y el mensaje fue claro: “Pierdan o no ven de nuevo a sus familias”. La amenaza verbal siguió con un gesto típico de la mafia: exhibieron sus armas de fuego y golpearon a varios players. “Nos recibieron a trompadas y mostraron sus pistolas apenas llegamos al estadio. Entraron sin ningún tipo de control. Fue un momento de terror”, le contó a Locos x el Ascenso sobre la intimidación.
-¿Y la Policía?
-Cuando llegamos al estadio, casi una hora y media antes, los efectivos se quedaron en la vereda. Un directivo de Brown nos dijo que ingresemos y los barras salieron cerca de un tinglado amenazando que teníamos que perder el partido. Nos dejaron sólo.
-Y encima los los golpearon...
-Sí, es cierto. Algunos chicos recibieron golpes de puño. Es más, a mí me apoyaron una pistola sobre la pierna y otra en la zona de las costillas, mientras me decían que ‘no te hagas el gallito y si pensás salir a jugar hay que dejarse ganar o no volvés a Catamarca’.
-¿Qué percibiste al entrar al vestuario?
-Mucha tristeza. Pero lo que más duele es la situación. Estamos más tranquilos, según lo que hablamos durante el viaje de vuelta.
-En esa histeria, ¿por qué salieron a jugar el partido?
-No fue nada fácil salir a la cancha. Habían dicho que si jugábamos en el estadio ya no nos iban a hacer nada. Pero también advirtieron que nos iban a esperar afuera para dispararnos.
-Volviendo a la paz, ¿el reencuentro con la familia fue lo mejor?
-Poder ver a mi mujer, que esperó con mi hijo, mis padres y toda la gente que siempre me acompaña fue un instante de alivio y tranquilidad porque en esos momentos no sabía que podía pasar.
Publicado por Dante Ariel Dufau
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