martes, 20 de septiembre de 2011

PRIMERA B METROPOLITANA
Almagro




Nota a Patricio Abraham

“Que sea el punto de partida”
Patricio Abraham vive tranquilo las horas previas al clásico contra Estudiantes de Buenos Aires y eleva el valor de este cruce. “Es un partido diferente e importante”, le cuenta a Locos x el Ascenso.

Sueña con la perfección e intenta caminar hacia ella. Quiere abrazarla aunque Patricio Abraham aprieta la calma. No se conforma con los pasajes fértiles de fútbol y a la vez, pretende pulir las imperfecciones mostradas en este tramo inicial del campeonato. Pero el mayor espacio creado en la mente está puesto en el clásico frente a Estudiantes de Buenos Aires. Una partida esperada durante meses con algo más de tres puntos en juego. “Es un partido diferente al resto e importante para nosotros y la gente”, le refleja a Locos x el Ascenso. Y confiesa: “Hay que entrar concentrados desde el primer minuto y salir a buscar el triunfo”.
- ¿Cómo está el plantel en la antesala al clásico?
- La verdad, tranquilos y con la ansiedad lógica de este tipo de encuentros. Sabemos lo que significa para el hincha y es una linda responsabilidad que tenemos. Ojalá sea el punto de partida para estar entre los de arriba.
- ¿De qué manera se juega un clásico?
- Sin dudas es un partido diferente al resto e importante por varias razones. Hay que entrar concentrados desde el primer minuto y salir a buscar el triunfo en una cancha difícil.
No importa que las exigencias sean mayores por el pasado inmediato, aunque forme parte de escenas anteriores. Sin embargo, Alejandro Méndez mantuvo de pie la dosis de calma en el transcurso de la semana encaminando cada detalle para la cita de esta noche a las 21. Es más, tendría pensado repetir los once titulares mostrados ante Brown de Adrogué, más allá que no selló la confirmación. El equipo: Patricio Abraham; Ezequiel Vicente, Lucas Crespín, Germán Lanaro, Adrián Iglesias; Mauricio Suigo, Germán Libramento, Brahaman Sinisterra, Humberto Vega; Diego Figueroa y Raúl Becerra.

Publicado por Hernán Gabriel Dufau

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