viernes, 1 de enero de 2010

PRIMERA B METROPOLITANA
Almirante Brown

Nota a Eduardo Daniel Bazán Vera

“Dios quiso llevarse la flor más preciosa de mi jardín”
Daniel Bazán Vera recuerda con pasión y a puro sentimiento a su madre en un fin de año muy distinto pero, orgulloso de lo aprendido, le regala su corazón. “Es y será la mujer que más amé”, le confesó a Locos x el Ascenso.


Ella. La dama perfecta. Esa que con su aroma inconfundible siempre está. La que aguanta y espera sin decir ninguna palabra. Única. Irrepetible para cualquiera de los mortales. Mamá. La mujer ideal, que jamás hiere y engaña ese enorme amor de un hijo y que con una caricia o un pequeño pestañeo dice un montón de cosas. Aquella que da hasta lo último sin remediar el gasto. Y Daniel Bazán Vera quebró su investidura recia y en el mano a mano con Locos x el Ascenso resaltó el tierno para regalarle cada palabra a su mamá que hoy lo alienta desde el cielo. “Era feliz viéndome dentro de la cancha, me cuesta y costará por siempre superar y convivir con este dolor hasta el último día de mi vida. Es por la única persona que muero y es y será la mujer que más amé en mi vida”, relató con la voz rasgada. Pero sin perder el hilo, describió en una frase lo que ella significa: “Dios quiso llevarse la flor más preciosa que tenía en mi jardín y como lo hizo toda su vida, decidió irse primero para prepararnos las cosas para cuando nos toque ir a nosotros”. El fecundo goleador puso a disposición todos sus sentidos y aunque trató que las lágrimas no aparecían ni caminen por su rostro, nada pudo hacer. El legado. El trabajo y esos detalles que él y sus hermanos solamente saben forman un tatuaje imborrable. “Ella me está escuchando, viendo y sólo me queda agradecerle por todo lo que hizo por los once hijos y decirle que estoy dispuesto a esperar que me envíe una señal y quiera que estemos a su lado lo haré con los brazos abiertos”, confió el delantero y a lo que en segundos suscribió: “Jamás pensas que te puede pasar algo así, tan doloroso y en el momento que te toca crees que son pocas las verdaderas cosas que valen. Tengo un vacío dentro de mí imposible de llenar, es irremediable y es algo que nadie puede cambiar ya que es una regla de la vida. La mayor tranquilidad es saber que dejó un hombre en la Tierra que tratará de seguir llevando con todo el orgullo y honor lo que nos enseñó”. Vale oro. Más también porque no quedan dudas que ella es la más grande. Es mamá.

Publicado por Dante Ariel Dufau

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