PRIMERA B
Flandria
No es agua bendita
El estadio Carlos V está inundado hasta casi los travesaños. La tregua parece efímera, mientras el caudal sigue creciendo.
Lo tapó el agua. Literalmente. Por segunda vez en apenas diez meses, el Carlos V quedó convertido en una inmesa pileta de natación. El oleaje, imponente, hizo estériles los intentos de salvar la cancha. Y llegó hasta casi la altura de los travesaños. Con el desastre, peligra la recepción del lunes a Deportivo Merlo.
Los seis de tormenta afectó a distintas zonas de la provincia de Buenos Aires e hizo estragos en Luján. La inundación del estadio impedirá la realización del próximo partido. Entonces, la vía de salida es aplazarlo y encontrarle una fecha en plena vorágine.
Desde el jueves pasado hasta ayer a la tarde, cayeron en Luján 160 milímetros de agua, acompañados por la crecida del río. La mayor preocupación era la sala de utilería y ambos vestuarios hasta que el talúd de contención terminó cediendo ante la embestida.
Foto @maurodgarcia
Publicado por Martín Capaccio
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