PRIMERA B NACIONAL
Palabras cruzadas: Lo mismo de siempre
Miguel Mazón, quien dirigió Independiente Rivadavia – Nueva Chicago, encuentro suspendido por la agresión hacia el médico del equipo visitante, declaró: “Lo del piedrazo fue un hecho aislado, el partido continuó porque el doctor se reincorporó y volvió al banco de los suplentes”. En cambio Damián Pagano, médico del Torito respondió: "No volví al banco".
Otra vez la violencia tuvo protagonismo en un partido de fútbol. Esta vez fue en un encuentro que se disputó en la provincia de Mendoza entre el local, Independiente Rivadavia, y Nueva Chicago. Esta situación se veía venir desde el minuto cero porque la hinchada local había colgado las banderas al revés e insultó al presidente Daniel Vila. A esto se le sumó que le tiraron un petardo al arquero Jorge De Olivera, cuando se asomaba para tomar lugar en el arco. Finalmente la situación desagradable llegó cuando una piedra arrojada por un simpatizante mendocino impactó en la cabeza al medico del equipo de Mataderos, Damián Pagano, que le provocó un traumatismo encéfalo-craneal leve. El uno del Torito, que estaba al lado del agredido, expresó: “Sentí que le cayó algo y no sé si fue una piedra o un hielo. Antes a mí me habían tiraron un petardo”. Ahora la incógnita es saber qué pasará. Si se seguirá jugando, qué sanción le va a caber al club y hasta se habla de que se jugaría a puertas cerradas. Miguel Mazón, sobre el motivo de la suspensión, dijo: “El informe va a ser clarito. Se suspendió porque el médico no podía seguir trabajando. Luego de la agresión, el doctor ingresó y pudo seguirse el juego. En el entretiempo no podía y por eso se suspendió. Fue la primera piedra que cayó”. Y con respecto a que no se paró en el momento del hecho, el referí manifestó: “Se habló con los capitanes y decidieron seguir porque el doctor había vuelto”. En tanto, el médico de Nueva Chicago hizo su descargo en el programa “Atracción Verde y Negra” (AM 1290), sobre lo que aclaró: “No volví al banco de suplentes como dijo Mazón. Estaba mareado y muy dolorido en el vestuario”. Nuevamente en un clima donde la violencia toma partido las palabras cruzadas de un lado y del otro parecen dañar aún más esta difícil situación por la que atraviesa el fútbol nacional. Por eso se cae nuevamente en la incertidumbre de que este episodio por demás repudiable quede en la nada.
Publicado por Leandro Calabrese
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