PRIMERA B METROPOLITANA
Temperley
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Renuncia declinable
Jorge Vivaldo puso la renuncia a disposición pero el apoyo de los referentes lo tranquilizó y terminó dando vuelta la situación. Aunque no hay plazos, ante Nueva Chicago pone en juego el puesto.
Faltando tres minutos había comenzado a charlar con algunos plateístas. Las recriminaciones terminaron escuchándose en el crudo final, tras el 1-1 ante San Telmo, que hasta ahora estaría jugando la tercera Promoción consecutiva por la permanencia en la categoría. Sumado a la carencia de ideas y el bajo rendimiento, los hinchas explotaron sintiendo en carne propia la notoria merma futbolística. Cuatro partidos sin ganar, el 0-1 en el clásico frente a Los Andes y la silbatina dieron en el director técnico, que apenas pisó el vestuario renunció al cargo. El tiempo de espera, detrás de una puerta que dejaba siquiera un hilo de luz, generó distintas especulaciones. Preguntas e incógnitas sobre el futuro que luego se corroboraron. La decisión del entrenador fue no hablar apenas dejando entrever su enfado y pidiendo disculpas. Y la vuelta al trabajo aclaró el panorama. La reunión que mantuvo con los referentes del plantel asentó su continuidad. Cada señal y cada palabra vertida revirtieron la determinación, que un primer lapso era indeclinable. Sin embargo no todo volvió a foja cero. Es claro que los resultados manda en este presente por lo que en Mataderos contra Nueva Chicago nuevamente la banca estaría en juego pese que el objetivo de llegar al Reducido está a cuatro puntos. La incertidumbre en este momento cumbre también juega.
Publicado por Mariano Parnes
Jorge Vivaldo puso la renuncia a disposición pero el apoyo de los referentes lo tranquilizó y terminó dando vuelta la situación. Aunque no hay plazos, ante Nueva Chicago pone en juego el puesto.
Faltando tres minutos había comenzado a charlar con algunos plateístas. Las recriminaciones terminaron escuchándose en el crudo final, tras el 1-1 ante San Telmo, que hasta ahora estaría jugando la tercera Promoción consecutiva por la permanencia en la categoría. Sumado a la carencia de ideas y el bajo rendimiento, los hinchas explotaron sintiendo en carne propia la notoria merma futbolística. Cuatro partidos sin ganar, el 0-1 en el clásico frente a Los Andes y la silbatina dieron en el director técnico, que apenas pisó el vestuario renunció al cargo. El tiempo de espera, detrás de una puerta que dejaba siquiera un hilo de luz, generó distintas especulaciones. Preguntas e incógnitas sobre el futuro que luego se corroboraron. La decisión del entrenador fue no hablar apenas dejando entrever su enfado y pidiendo disculpas. Y la vuelta al trabajo aclaró el panorama. La reunión que mantuvo con los referentes del plantel asentó su continuidad. Cada señal y cada palabra vertida revirtieron la determinación, que un primer lapso era indeclinable. Sin embargo no todo volvió a foja cero. Es claro que los resultados manda en este presente por lo que en Mataderos contra Nueva Chicago nuevamente la banca estaría en juego pese que el objetivo de llegar al Reducido está a cuatro puntos. La incertidumbre en este momento cumbre también juega.Publicado por Mariano Parnes
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