PRIMERA D
Atlas
La gran siete
Pocas derrotas le han resultado tan dolorosa a Atlas como la de la final del Reducido. Y eso sin que se deduzca un menoscabo a la entidad de Liniers. Y eso que Néstor Retamar jamás declina en el rigor del análisis y la búsqueda de un ajuste aquí, allá y acá también.
Sucede, sencillamente, que Atlas vive una de las renovaciones más enérgicas de la última década, si no la más profunda, y sin vueltas se aproxima al trazo pretendido. Todo, desde entonces, es y será una transformación del plantel. Muchos decidieron quedarse en busca de la revancha. Otros, a su vez, viene por la consagración.
A la vuelta de Adrián Ugarriza y los arribos de Nicolás Pardo, Joel Godoy Gill y Daniel Pastrana, los primeros refuerzos del listado, se agregan siete players. Para el fondo, Matías Ormart, ex Yupanqui, y Octavio Di Virgilio, proveniente de Deportivo Paraguayo.
La lupa del técnico aparecía en el rearmado del medio. Tomando como parámetro su idea original, y lo que ya había hecho varias veces, la opción principal era sumar algunas piezas de recambio. El primero fue Gastón Olea, llegado de Manzanares de Escobar. Seguido, Italo Portillo, de última etapa en Yupanqui, y Marcos Robles, ex All Boys, dieron el sí. Y Franco Gómez, sin lugar en Chacarita, abrochó su contrato que lo unirá al Marrón por 18 meses.
El ataque, por último, también recibió una incorporación. Se trata de Matías Cuenca, quien pasó la serie de pruebas en el inicio de la pretemporada. Tiempo, todavía, hay. Tiene que armarlo.
Publicado por Hernán Gabriel Dufau
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