martes, 25 de diciembre de 2018

Nota a Hugo Bargas

“En Holanda reprobé el examen de manejo”
Hugo Bargas, ex All Boys, nació en Francia y vivió su infancia en Argentina. Cuenta su etapa en Nantes, donde su papá es venerado, recuerda los viajes en bicicleta por los Países Bajos y el deseo de afincarse en el Viejo Continente. “Mi idea es regresar a Europa”, le dice a Locos x el Ascenso.

Francés de nacimiento, argentino por adopción y europeo por elección. Hijo de Ángel, campeón con Chacarita en 1969, y de madre gala. De Le Puy a Santa Cruz de la Sierra, con escalas. Hugo Bargas (foto) termina el 2018 con una sonrisa en Bolivia y, por tanto, está convencido de la buena temporada. No sólo por sus goles en Blooming, sino porque intuye la vuelta en el Viejo Continente.
-¿El regreso a Europa es el gran deseo?
-Europa es Europa. Tiene sus detalles, es distinta. En Bolivia me fue muy bien. En cuatro años hice casi 50 goles, pero si me das a elegir volvería a Europa en lancha. Eso sí, ahora es bastante difícil.

-¿Argentina es una opción?
-La verdad es que está complicada. Sinceramente afuera se gana mucho más de lo que por ahí podés ganar en Argentino, salvo que juegues en la Superliga. Así que la idea es analizar opciones afuera.

-Entonces, ¿podría ser?
-Sinceramente creo haber cometido un error al irme de Holanda para volver a Argentina. Quería jugar en Primera y no salió bien. No sé que depara el destino ni me arrepiento pero fue una mala decisión. 

-De hecho sos francés...
- Nací en Francia y a las 5 años me mudé a Argentina. Allá  crecí, a las 14 volví a Francia para sumarme al Nantes, donde jugó mi padre.

-¿Cómo fue emular la etapa de tu papá por Nantes?
-Siempre traté de seguirle los pasos y ser como él. De chiquito, miraba sus fotos y los logros en Chacarita, en el Nantes y de más. Tenía apenas 14 años, era todo distinto y sentía la presión de tener que demostrar mis cualidades en un club impresionante. Tal vez ese conjunto de cosas hicieron que sea un poco más difícil.

-Luego de All Boys, directo a Holanda. ¿Qué aprendiste?
-Agarré varias costumbres y aprendí como persona. El argentino se siente superior dónde va, y cuando te toca vivir en otro país aprendés a ponerte en el lugar que corresponde. Entre varias, aprendí a conducir, algo que ya sabía pero allá lo hice cómo se debe.

-¿Pero qué tiene de distinto? 
-Imaginate que sabiendo manejar desde hacía cuatro año tuve que rendir para sacar el permiso europeo y reprobé dos veces el examen. El práctico lo di mal porque casi me llevo por delante una bicibleta en una rotonda. No pude manejar durante dos meses y el club me terminó dando una bici para llegar a los entrenamientos.

-¿Dónde estacionabas?
-Ja! Mis compañeros me cargaban, se reían mucho. Me llegaron a pedir que vaya al vestuario de los juveniles, que llegaban en bicicleta.

-No sé si en auto o bicibleta, pero diste la vuelta en Holanda...
-Después de la lesión, me cedieron a préstamo al PEC Zwolle, donde anduve muy bien. Regresé al De Graafschap para jugar en la Segunda, salimos campeones y fui el goleador. Un hermoso recuerdo.

Publicado por Dante Ariel Dufau

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