PRIMERA B METROPOLITANA
Estudiantes de Buenos Aires - Temperley
Estudiantes de Buenos Aires - Temperley
Contravención asentada
César Lamanna, de Estudiantes de Buenos Aires, y Luciano Krikorian, player de Temperley, fueron apercibidos por los incidentes tras el match. Además, el árbitro Gastón Meineri los informó.
En 8’ minutos pasó demasiado más que en los 90 y tantos que duró el partido. Fútbol, muy poco. Apenas algunas migajas que cayeron durante la magra tarde. Lo único fue la preciosa definición de César Lamanna, que estampó la única diferencia entre ambos. Claro que segundos después que Gastón Meineri pitó el final se generaron una serie interminable de corridas, insultos y hasta manotazos. La locura y el desconsuelo envolvieron a un Temperley sin vuelo. Algunas cargadas y palabras demás, según admitieron algunos, en el momento menos apropiado fueron los causales de hecho digno de repudiar a centímetros del mediocampo. Todos fueron en busca del autor del gol. También apuntaron hacia Facundo Pereyra. El destello de ira que Jorge Vivaldo resaló fue una de las primeras cuñas echadas en el hervidero generalizado. Y el descontrol que invadió a Luciano Krikorian y Federico Crivelli, que cruzó todo el campo de juego mostrando en su mirada marcado enfado, debió ser neutralizada por la terna arbitral y los efectivos que estaban apostados a metros de la línea de cal. Todas señales que permanecieron en el ambiente. Clima tenso, tras un encuentro sin mayores rispideces. Un cuarto de hora después, miembros de la Policía tomaron la determinación de labrarle una contravención a Lamanna y Krikorian por el mencionado hecho. “Sinceramente no sé por qué se la agarraron conmigo. Se generó un tumulto innecesario sobre el final al que no le encuentro explicación”, le dijo el delantero a Locos x el Ascenso. A todo esto se agregó el informe del árbitro que tuvo una visión idéntica de lo sucedido, asentando sus nombres en el mismo. Y como en otros casos, la decisión final pasó a manos de la Justicia.
Publicado por Dante Ariel Dufau
César Lamanna, de Estudiantes de Buenos Aires, y Luciano Krikorian, player de Temperley, fueron apercibidos por los incidentes tras el match. Además, el árbitro Gastón Meineri los informó.
En 8’ minutos pasó demasiado más que en los 90 y tantos que duró el partido. Fútbol, muy poco. Apenas algunas migajas que cayeron durante la magra tarde. Lo único fue la preciosa definición de César Lamanna, que estampó la única diferencia entre ambos. Claro que segundos después que Gastón Meineri pitó el final se generaron una serie interminable de corridas, insultos y hasta manotazos. La locura y el desconsuelo envolvieron a un Temperley sin vuelo. Algunas cargadas y palabras demás, según admitieron algunos, en el momento menos apropiado fueron los causales de hecho digno de repudiar a centímetros del mediocampo. Todos fueron en busca del autor del gol. También apuntaron hacia Facundo Pereyra. El destello de ira que Jorge Vivaldo resaló fue una de las primeras cuñas echadas en el hervidero generalizado. Y el descontrol que invadió a Luciano Krikorian y Federico Crivelli, que cruzó todo el campo de juego mostrando en su mirada marcado enfado, debió ser neutralizada por la terna arbitral y los efectivos que estaban apostados a metros de la línea de cal. Todas señales que permanecieron en el ambiente. Clima tenso, tras un encuentro sin mayores rispideces. Un cuarto de hora después, miembros de la Policía tomaron la determinación de labrarle una contravención a Lamanna y Krikorian por el mencionado hecho. “Sinceramente no sé por qué se la agarraron conmigo. Se generó un tumulto innecesario sobre el final al que no le encuentro explicación”, le dijo el delantero a Locos x el Ascenso. A todo esto se agregó el informe del árbitro que tuvo una visión idéntica de lo sucedido, asentando sus nombres en el mismo. Y como en otros casos, la decisión final pasó a manos de la Justicia.Publicado por Dante Ariel Dufau
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