miércoles, 28 de abril de 2010

PRIMERA B METROPOLITANA
Estudiantes de Buenos Aires 1 0 Temperley


El mago César
Estudiantes de Buenos Aires no podía con la garra de Temperley pero Lamanna concretó el truco y dio clase gratuita de definición para que el sueño del G 4 siga latente.

Aullidos atronan desde la parte alta. Objeciones que hieren la estima de un player incansable, que paga a su manera. En ciertas ocasiones, tirándose al piso buscando recuperar la globa exageradamente atrás o relegando la posición dentro del área, trabajos para los que no está sindicado. Otros en los que se viste de enlace. Juega y hace jugar. Contagia y traspasa el ímpetu que solamente unos contados muestran. O al menos se animan a exhibirlo sin temores. Cada menos son pero César Lamanna es uno de los que estampó su nombre en el acotado grupo de selectos. Y luego del excelso pensamiento, traducido en un gol que seguramente perdurará por bastante tiempo en la retina de muchos, dejó marcada a fuego una imagen de extrema felicidad.
De más está decir que toda escena tiene un fuerte contenido explícito que está guardado bajo llaves. Palabras irrepetibles e ineludibles desde todo punto de vista. Por más que el alto voltaje de un partido de enorme trascendencia aplacó críticas concretas, en una sola jugada logró resumir esfuerzo, valentía y magia. Más allá que Estudiantes de Buenos Aires tuvo la iniciativa, el predominio fue territorial y esquemático. Nada más. Apenas destellos de Bazán en la derecha y la chapa impuesta por Zárate sobre el carril izquierdo muy de vez en cuando lo arrimaron al área tocando al ras del piso. Aunque 4-4-2 ideado por Vivaldo partió todos los atisbos de inteligencia. Temperley apostó a encontrar en un pelotazo la cabeza que pudiese salvarlo pero involucionó con el paso de los minutos. Jamás terminó de darse cuenta que el boleto al Reducido estaba en juego. Y pagó caro el insípido argumento. Los posteriores detalles anexaron sabores a los paladares triunfadores. Lamanna recibió de espalda y se cargó la marca de Farina. Todo lo demás una performance casi irrepetible. Sin mirar el arco pero sabiendo que Crivelli estaba tres pasos adelantado, la pico de derecha y entró con lo justo. Fineza. Belleza para otros. El nueve acalló los multiplicados recrimines convirtiendo un gol que acercó el objetivo. Dejó a un paso a Estudiantes de Buenos Aires del Reducido, el deseo máximo para esta temporada. Y portando la varita dorada y la preciosa galera, el nueve se recibió de mago.

FORMACIONES
Estudiantes de Buenos Aires (
1): 1.Julio César Salvá; 4.Facundo Bazán, 2.Daniel Gojmerac, 6.lino alejandro Arce, 3.Nicolás Barba; 8.Lucas Mazzulli, 5.Cristian Lillo, 11.Ever Zárate; 10.Facundo Pereyra; 7.Cristian Román Yassogna y 9.César Adrián Lamanna.
DT: Salvador Aurelio Pasini.
Suplentes: Lisandro Daniel Mendoza, Alan Bezzone, Luis Soria y Rodrigo Fernández.

Cambios: 9’ST Orlando Castaño x Nicolás Barba
23’ST Facundo Pansardi x Facundo Pereyra
30’ST Eduardo Antonio Castro x Ever Zárate

Temperley (0): 1.Ferderico Crivelli; 4.Rodrigo Acosta, 6.Luciano Krikorian, 2.Luis Funes, 3.Leandro Witoszynski; 7.Emanuel Carreira, 5.Jesús Díaz, 8.Sergio López; 10.Luciano Ursino; 11.Leandro Álvarez y 9.Eduardo Bustos Montoya.
DT: Jorge Antonio Vivaldo.
Suplentes: Alejandro Medina, Facundo Tessoro, Víctor Guiñazú y Damián Salvatierra.

Cambios: 12’PT Tomás Farina x Luis Funes
16’ST Luis López x Eduardo Bustos Montoya
22’ST Miguel Prado x Leandro Ursino

Gol: 20’ST César Adrián Lamanna (E).

Amonestados: 33’PT Lino Alejandro Arce (E), 47’PT Nicolás Barba (E), 18’ST Tomás Farina (T), 41’ST Luis López (T) y 48’ST Cristian Lillo (E).

Expulsados: No hubo.

Incidencias: No hubo.

La figura: César Adrián Lamanna (E).

Árbitro: Gastón Meineri (Bien).

Asistentes: Pablo Salvador - Alfredo González.

Público: 750 personas aproximadamente.

Operativo policial: 50 efectivos.

Estadio: Ciudad de Caseros.

Campo de juego: Bueno.

Hora de comienzo: 15:32 horas.

LAS FRASES
Las miradas y la conformidad se apoderaron de una parte de la cuestión. La otra mitad. La espera fue extensa, todavía con algunos vestigios de lo que fue una compulsa en la que los manotazos y gritos calaron hondo, pero los reflejos quedaron asentados. Figura y emblema, César Lamanna mostró su felicidad por el triunfo y aunque el paso dado acerca la meta estipulada, sigue yendo con tranquilidad y no se apura. “Contentos porque sacamos adelante un partido muy complicado, un rival directo que también pelea por lo mismo que nosotros y da un envión anímico valioso haber logrado una victoria de esta manera. No jugamos bien pero mostramos que en el momento que hay que hay que meter y luchar cada pelota lo hacemos sin ningún problema. Es un triunfo que nos puede llegar a meter en el Reducido pero todavía falta par alcanzar lo que pretendemos”. El mensaje que cada player recibió es el lugar donde radica la explicación sólida del éxito conseguido. Un punto de inflexión que “sirvió para convencernos que si nos proponemos pelear ante cualquier rival y tomamos este partido como una final, sabiendo que si la dejábamos pasar no habría otra por delante”, le reflejó a Locos x el Ascenso y a lo que también remarcó la personalidad colectiva teniendo clara la premisa: “Puede ser que nos haya faltado fútbol para crecer de distinta manera con el paso de los minutos. No tuvimos tanta claridad pero no era un encuentro para lucirse, estaba claro que por cómo se dieron las circunstancias que debíamos estar concentrados y dar todo hasta el final. Ganamos bien y dimos un paso hacia delante”.
Sentenciado el final hubo furia. Corridas dentro del campo de juego y en la antesala a los vestuarios. Más allá de la predisposición policial, la elección, tras el momento de zozobra y enojo, fue no entablar diálogo con los distintos medios que aguardaron la salida del plantel de Temperley. Apenas Jorge Vivaldo al pasar pidió disculpas pero no habló sobre el partido ni lo sucedido. Demasiadas sensaciones encontradas, que comulgaron durante un rato largo. Ira con algunos players y miembros de la CD de Estudiantes de Buenos Aires. Enfado ante una derrota que lo alejó de la posibilidad de ingresar al Reducido. Un cuarto de hora en el que la espera fue vana en un ambiente caldeado y repleto de rostros de preocupación e interrogantes que nadie quiso despejar.

Publicado por Dante Ariel Dufau

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