PRIMERA B
Atlanta
Adiós, Aníbal
Biggeri se fue de Villa Crespo sin rodeos luego del triste final de semestre. Si bien era evidente, había olor a ciclo cumplido.
Aníbal Biggeri (foto) se fue de la cancha después de protestar los fallos del árbitro, quien lo expulsó en la enésima, y de pedir calma a algunos de sus players. Esos mimos dirigidos que son cuestionados por varios hinchas. Después, el técnico se juntó en el vestuario con el plantel, así como había pasado a inicios de semestre. Y decidió irse del León Kolbowski casi en silencio. El técnico había dejado todas las puertas sin llave. Abiertas. Por eso, avisió que se debía una charla con los directivos, pero... En el club pensaban que era un ciclo cumplido e incluso faltaba el adiós.
“Se puede, todavía se puede”, gritaba el estratega antes de irse a los camarines en el final del match. Pero no se pudo y el futuro se hizo inexorable. Un equipo perdido, sin ideas y apretado por su impericia. La parda con Flandria fue su última derrota. La más dolorosa.
“Decidirá él o la dirigencia. Nosotros cuando entramos a la cancha tratamos de hacer lo mejor”, comentó Lucas Mancinelli, voz autorizada del plantel, cuando le consultaron por el futuro del entrenador. Y Biggeri, indiferente para los hinchas, dobló su buzo. Más allá de lo que piensa, la etapa tenía olor a despedida inmediata.
Publicado por Dante Ariel Dufau
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