Defensores de Belgrano 4 1 Guillermo Brown
Poder de fuego
Defensores incineró 4-1 a Guillermo Brown y pegó el estirón.
¿Cuánto cuesta tener poder de fuego? Tanto como le ha costado a Defensores ser, por instantes, el que Lemos desea: mucho. El 4-1 contra Guillermo Brown fue un enorme demostración, que calma sinsabores, pero que igual empujó con determinación, aprendiendo de la agria experiencia ante Agropecuario, terminando totalmente mejor las jugadas. Un libreto repleto de todo aquello que exige el manual de estilo, empezando por la contundencia.
Defe fue una banda nueva porque se pareció a la vieja. Exhibió flashes y finos acordes de lo que se entendería como su versión ideal. Independientemente de Benegas, no sólo se mostró eficaz sino que hubo una reacción colectiva en la zona de gestación que satisfizo el reclamo que hizo Lemos tras la caída en Carlos Casares.
Hubo buenas sensaciones, según la mirada del técnico. Se afirmaron en un Aguirre voluptuoso, autor de asistencias y generoso en su esfuerzo. Pero a la vez, en futbolistas que precisaban volver a ser sí mismos. Como un De Tomaso que de nuevo titular intentó ganar el medio para que Salto rompiera en diagonal, búsqueda constante de Benítez y un Machado bien conectado.
Quizá allí radicó la gran falencia de Guillermo Brown: no lograr cortar los circuitos, atacar de contragolpe, su mayor debilidad, en pos de aprovechar el punto más débil del local. Y Defensores lo noqueó, ansiando a que por fin se trate de la recuperación definitiva. Requería probarse que podía plasmarlo pero luciendo como antaño. En Núñez, con Benegas en modo filoso, demostró que es capaz de hacerlo.
Publicado por Martín Capaccio
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