PRIMERA B
El Virrey de la Quema

Lógico, su carta de presentación no pasó nada desapercibida: el presidente bajó rapidito el martillo y le entregó la batuta del plantel.
La respuesta de Cisneros arrimó una cuota de calma en plena ebullición. Aunque la misión es difícil, al manos hasta ayer, la ilusión era mínima. Y se supone que este cambio alimenta el deseo.
Publicado por Hernán Gabriel Dufau
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