El
Destacado
Los
Andes - Temperley
Ideas
del Sur
Los
Andes y Temperley protagonizarán el reencuentro en Lomas de Zamora.
Uno en busca de la salvación y el otro ansiando el lote selecto.
Son
noventa y pico de minutos rodeados de cuantiosas palabras previas y
varias sonrisas nerviosas. Cruzan los deseos dándole lugar a la
pujante ansiedad. Es un clásico, el partido más esperado. El cruce
que crea ídolos y pinta personajes por el resto de la historia.
Chocan Los Andes y Temperley, colosos de la categoría, inmersos en
terrenos muy distintos. Está a la vista, mientras crecen las
palpitaciones.
Acá
las historias pasadas, pintadas con múltiples colores, quedan al
costado del paño. Es Los Andes el anfitrión de la velada. El mismo
que aún está delicado por el magro promedio y lleva la calculadora
a todos lados. Y Temperley va a Lomas de Zamora con una perspectiva
diferente. Mira hacia arriba y quiere el triunfo que lo meta en el
lote top.
Ninguna
duda deja Felipe De la Riva sobre el equipo. Son cuatro las variantes
implementadas. Obligado, Gustavo Pinto reemplaza al suspendido
Leandro Corulo, quien llegó al límite de cinco amarillas, más los
ingresos de Germán Scamporrino, Luis Bevacqua y Aldo Visconti en
lugar de Guillermo Ojeda, Lucio Cereseto y Brian Nieva. La única
duda es si llega Mariano Caporale, que padece una distensión, o
mantiene a Ariel Martínez. Enfrente, Aníbal Biggeri retoca lo justo
y mete a Jorge González por Mariano Campodónico, cinco amarillas.
FORMACIONES
Los
Andes: Luciano Diaz; Mariano Barale, Gustavo Pinto, Pablo Nieva,
Ariel Martinez; Jose Luis Gomez, Luis Zeballos, Jonathan Belforte,
Germán Scamporrino; Luis Bevacqua y Aldo Visconti.
DT:
Felipe De la Riva.
Temperley:
Federico Crivelli; Andrés Manzanares, Gastón Aguirre, Sebastián
Ferreira, Nicolás Demalde; Facundo Pansardi, Emiliano Gianunzio,
Cristian Quiñónez; Matías Miramontes; Jorge González y Luis
López.
DT:
Aníbal Biggeri.
Árbitro:
Nicolás Lamolina.
Estadio:
Eduardo Gallardón.
Hora
de comienzo: 20 horas y televisado por TyC Sports.
Publicado
por Hernán Gabriel Dufau
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