PRIMERA NACIONAL
Ferro Carril Oeste 1 1 Quilmes
Vení a casa
Ferro ganaba por empuje y con fortuna, pero Pavone hizo de las suyas y Quilmes sonrió: 1 a 1 en Caballito y serie abierta.
Un encuentro de vuelo alto. Todo lo que puede suceder en una noche de fútbol sucedió en Caballito. Dos goles seguidos en el segundo tiempo, pierna fuerte, dualidad de sensaciones y sólo la certeza de una serie pareja, reñida y abierta. Ferro mostró los caminos e hizo un oneroso gasto de esfuerzo. Fue mejor, claro está, pero Quilmes pudo frenarlo, a su manera, en ese frenético andar.
Ojo, cuando Hernán Grana probó de lejos y la pelota se desvió en Pier Barrios fue una señal Verdolaga. Merecida ventaja por la valentía, una montaña de felicidad y el instante que aguardó tanto. Pero fue eso, un efímero descorche que duró cinco minutos.
Dejando el éxtasis de lado, cómo le cuesta ganar al Cervecero. El empujón anímico de igualarlo rápido, la vigencia de Mariano Pavone y el aprovechamiento integral de las situaciones. Todo a favor tuvo Quilmes, aunque fue un momento fugaz y apenas dulce.
Todos los condimentos para un epílogo de entereza. El 1-1 fue labrado entre dientes apretados y miradas filosas. Aún quedan 90 minutos por delante y el boleto a la final sin dueño a la vista.
Publicado por Dante Ariel Dufau
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