Indep. Rivadavia 2 0 Almirante Brown
La buena Pipe
Independiente Rivadavia sacó pecho, chapa y subió a la elite. Sánchez, expulsado, y Ramis sellaron el final feliz del cuento.
Pudo imponerse a Almirante Brown en Córdoba mostrando su astucia. Lo ganó Independiente Rivadavia y celebra ese sueño que viene a ser una recompensa a su juego, a su búsqueda sin filtros, a su tenacidad, a su insistencia, a su firme capacidad de redención.
Lo ganó de manera agónica, 2-0. Así, a lo Independiente. Con una aparición fulgurante de Braian Sánchez, recién ingresado y expulsado por doble amarilla. Lo ganó por esa notable corrida, mirada enfocada y toque sutil de Victorio Ramis en el alegre epílogo. Lo ganó Rivadavia antes del último pitazo porque la Fragata se quedó sin combustible ni brújula, por hacer un gran desgaste.
Hubo éxtasis. Hubo cargadas. Hubo sonrisas. Hubo recuerdos. De todos y para todos. De esos que se sienten, que penetran, que llegan al corazón. Independiente Rivadavia estaba herido, distante del deseo que elucubró de antemano. Se sentía aturdido por esas cosas del fútbol, de la fortuna, del destino. Se sacó una mochila enorme y pesada, la de llegar y desilusionarse, la de empujar y quedarse en la puerta, la de merecer y no tener premio. Precisaba esta caricia. El año, que parecía diluirse, lo colorea con una hermosa alegría. Y con el salto a Primera. ¡Salud, Lepra!
Publicado por Corresponsal (Córdoba)
